top of page
Buscar

CÉSAR VALLEJO Y SU POEMA “A MI HERMANO MIGUEL”

Foto del escritor: Gilberto Reyes MorenoGilberto Reyes Moreno

(IN MEMORIAM)


INTRODUCCIÓN:

Pocos deben ser los lectores de mi blog que no hayan sufrido la terrible pérdida de un hermano o hermana. Yo hasta en cuatro ocasiones. Es el amor que se va por senderos ignotos rumbo hacia la ETERNIDAD. Sus recuerdos perduran tañendo campanadas de duelo en los corazones gemelos que aguardan pacientes ese final.


Comento que de la muerte propia paradójicamente casi nadie se acuerda, no nos causa desasosiego alguno y no se le teme tanto, pero otra cosa sucede con la posibilidad de la MUERTE INMINENTE. Ello sí que es terriblemente estresante, causa desesperación lindando en la locura.


Platón dice, en una de sus consideraciones filosóficas: La muerte no es lo peor que puede acontecer al hombre.


Si no es lo peor, ¿Qué es entonces?


Es la luz de la vida que se apaga dando lugar a otra mil veces más brillante que alumbra la senda del alma hacia la morada de DIOS.


Volviendo al poema de Vallejo: A MI HERMANO MIGUEL, digo que quedé impresionado desde la primera vez que lo leí, eso cuando aún era muy joven. Desde entonces, cada vez que ojeo uno de sus poemarios me asalta la idea de releerlo, hecho que se ha repetido una y otra vez. En una de esas ocurrencias encontré su versión perfectamente traducida al inglés. Nunca supe el nombre del docto traductor.


Copio a continuación su versión original y la traducida al idioma inglés, este último para el beneplácito de mis lectores de habla inglesa.


Junio, 2021



A MI HERMANO MIGUEL

(In memoriam)


Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa.

Donde nos haces una falta sin fondo

Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá

nos acariciaba: "Pero, hijos..."


Ahora yo me escondo,

como antes, todas estas oraciones

vespertinas, y espero que tú no des conmigo.

Por la sala, el zaguán, los corredores.

Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.

Me acuerdo que nos hacíamos llorar,

hermano, en aquel juego.


Miguel, tú te escondiste

una noche de agosto, al alborear;

pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.

Y tu gemelo corazón de esas tardes

extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya

cae sombra en el alma.


Oye, hermano, no tardes

en salir. Bueno, puede inquietarse mamá.




TO MY BROTHER MIGUEL (IN MEMORIAM)

César Vallejo, 1892 - 1938


Brother, today I sit on the brick bench outside the house,

where you make a bottomless emptiness.

I remember we used to play at this hour of the day, and mama

would calm us: “There now, boys...”


Now I go hide

as before, from all these evening

prayers, and I hope that you will not find me.

In the parlor, the entrance hall, the corridors.

Later, you hide, and I do not find you.

I remember we made each other cry,

brother, in that game.


Miguel, you hid yourself

one night in August, nearly at daybreak,

but instead of laughing when you hid, you were sad.

And your other heart of those dead afternoons

is tired of looking and not finding you. And now

shadows fall on the soul.


Listen, brother, don’t be too late

coming out. All right? Mama might worry.



100 visualizaciones0 comentarios

Comments


Publicar: Blog2_Post

El camino de la vida... y algo más

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2020 por El camino de la vida. Creada con Wix.com

bottom of page