1.- Escritos En Los Envases De Los Alimentos
Porque la ley obliga, todos los productos alimenticios envasados que se expenden en los supermercados, bodegas y cualquier lugar de expendio, deben de mostrar la composición (formulación) de su contenido, eso es así aquí y casi en todos los países del mundo. Su objetivo es que el consumidor se entere de ello. Eso es para que no se nos venda gato por liebre o, aún peor, alimentos que contengan sustancias nocivas para la salud en cantidades prohibidas por las autoridades sanitarias del país.
Sin embargo, muy pocas personas leen estos escritos, sobre todo en los países aún no desarrollados como el nuestro porque, por ejemplo, en Europa y en los Estados Unidos de América esta práctica es casi común.
La importancia de este asunto la capté al leer una nota que apareció en una de las redes sociales: Decía que, en un país del Oriente, en el Asia, se produjo un escándalo mayúsculo cuando alguien descubrió, y denunció ante las autoridades competentes, que uno de los productos de bandera de una de la Empresas multinacionales más conocidas e importantes del mundo en el ramo alimenticio, contenía azúcar en una proporción de más del 50 %. La tal empresa no tuvo otra opción que modificar la composición química de su producto en cuestión para seguir comercializando en ese país.
Intrigado por esa noticia revisé lo escrito en el envase de lata de ese producto, que se expende en todas las cadenas de supermercados y bodegas de nuestro país y, para sorpresa mía, CONTENÍA 52 % de AZÚCAR. Es decir que más de la mitad de tal producto es nada menos que dañino para la salud: EL AZÚCAR. (Invito a ustedes comprobar lo que afirmo)
El rombo negro que aparece en la etiqueta el envase dice ALTO EN AZÚCAR. Eso no lo inhibe de ser un mal producto, dañino para la salud, si se lo consume consuetudinariamente.
Este producto es propagado por tal Empresa como siendo bueno y necesario para ser incluido en la lonchera que los niños llevan a la escuela. No he comprobado si su formulación es la misma que la de siempre, también con 52 % de azúcar. Eso ya sería por demás exagerado.
2.- El Insólito Caso De Los Panetones (NAVIDAD del 2021)
Poco antes de la Navidad, INDECOPI ordenó el cese de comercialización de diversos productos, incluidos ciertos panetones. Indecopi indicó que tales panetones contienen grasas trans por encima de los límites de la norma.
Son 1800 toneladas las que se han tenido que retirar de las tiendas por el cese de comercialización impuesto por Indecopi.
En este caso un problema inverso al condenado en el artículo precedente.
La prohibición de la venta de esos panetones se debió a que, en su formulación incluía cantidad de GRASAS SATURADAS, las llamadas grasas trans, mayor a la indicada por la norma.
No se trataría de que el producto fuese NECESARIAMENTE DAÑINO PARA LA SALUD, según información obtenida de una dietista, si se le consume sólo de vez en cuando.
Dicho eso, comento que en mi visita, el 24 de diciembre en horas de la mañana, a uno de las tiendas de una de las cadenas de supermercados más conocido e importante de Lima y otras regiones, me di con la sorpresa de que en casi la totalidad de los coches de compras que multitud de clientes transportaban llenándolo de productos, principalmente de consumo en Navidad y el Año Nuevo, casi NO EXISTÍA EL PANETÓN DE COSTUMBRE, salvo que uno que otro mostraba un panetón de caja, cuyo precio era casi más del triple de lo que se solía pagar por uno económico.
Ya había escuchado decir por la televisión que estaba en tela de juicio la venta de entre 6 a 8 MILLONES DE PANETONES de tipo económico usualmente envasados en bolsas y no en cajas que sólo sirven, según mi modesto entender, para encarecer a éstos aún más.
Ahora viene mi sutil raciocinio: En ciertas ocasiones, no muchas, solemos comer chicharrones de chancho más o menos abundante, hasta llenar nuestros estómagos. Supongo, como lego en la materia de salud, que en esos casos estamos ingiriendo BASTANTE CANTIDAD DE GRASAS SATURADAS, tipo de grasa que contiene la carne de cerdo.
También recurro, para afianzar lo que a continuación argumentaré, al hecho de que el ingerir bebidas alcohólicas EN EXCESO es dañino para la salud, tal como aparece la frase en cada envase (generalmente botella) de licor. Pero “emborracharse hasta las últimas consecuencias” una o dos veces por año no conlleva pues a un peligro mortal ni mucho menos.
Entonces: ¿ACASO EL CONSUMO ESPORÁDICO, UNA VEZ POR AÑO, DE UNA TAJADA DEL BENDITO PANETÓN ECONÓMICO QUE, TAL VEZ, POR VENTURA, CONTENGA ALGO EN EXCESO DE CUALESQUIER PRODUCTO NO APTO PARA LA SALUD (con tal que no sea un veneno mortal, y que por cierto NO lo tiene) PUEDE MOTIVAR LA PRIVACIÓN DE SU CONSUMO AL GRAN PUEBLO, AL QUE SE DEBE EL PRESENTE GOBIERNO, TAL COMO LO MENCIONA, COMO UNA LETANÍA, REPETITIVAMENTE EL MÁXIMO RESPONSABLE DEL GOBIERNO DE NUESTRO PAÍS?
No se trata sólo de haber privado la presencia del panetón de costumbre en la mesa de Noche Buena de la mayoría de los hogares peruanos, sino que el flagrante desatino, por decirlo eufemísticamente, de parte de la persona que tomó tan supina decisión: Prohibir la venta de esos panetones - PERJUDICÓ SERIA Y PECUNIARIAMENTE A SUS PRODUCTORES quienes solían vender los mismos tipos de panetones Navidad tras Navidad, sin evidente perjuicio de la salud de nadie.
NUNCA SE HA SABIDO QUE EL CONSUMO DE UNA TAJADA, GRANDE, DE CUALQUIERA DE ESTOS PANETONES, UNA SOLA VEZ AL AÑO, EN LA NAVIDAD, HAYA PRODUCIDO LA MUERTE, O ENFERMEDAD GRAVE, NI SIQUIERA LEVE, A PERSONA ALGUNA. Siempre ha habido en nuestra mesa el infaltable panetón, en cada Nochebuena, y ya tengo 83 años
No debe de quedar impune tal desatino, error o dolo cometido por ese alguien sin criterio técnico-salubre alguno, sólo mal usando su “privilegiada” posición circunstancial actual, inmerecida, por cierto. (Salvo mejor criterio de los expertos en la materia, porque el mío no es más que el de un observador que cree que es justo lo manifestado)
3.- Inesperados Horribles Habitantes De Sitios Indebidos
Siguiendo con mis delaciones, le cuento que en hasta cuatro oportunidades he encontrado GUSANOS en la mazamorra de avena que suelo ingerir, como parte de mi desayuno diariamente.
Se trata de avena envasada en bolsas y de marca conocida internacionalmente. Las compraba, porque ya ni lo hago, de una de las tiendas de la cadena de supermercados del Perú.
Este bochornoso hecho denuncié ante el jefe de aquella tienda para que tomase las providencias del caso, digamos comunicando a su proveedor tamaña desazón.
No es el único caso donde los GUSANOS están presentes, también lo hacen en las verduras empacadas en especies de platos de material descartable cubiertos con filmes de plástico. También este hecho informé al Sr. jefe de la tienda citada.
[El hecho es que basta que un pequeño lepidóptero hembra, usualmente una polilla, se pose sobre cualquier alimento y deje sus huevos, de allí en adelante continúa su metamorfosis la que, a veces, se trunca por falta de oxígeno (como cuando se queda encerrada en una bolsa) pero ya existe el gusano, aunque muerto] El agroindustrial inteligente y capaz no permite que eso suceda por lo que toma las medidas pertinentes].
Desafortunadamente mi disconformidad, sorpresa y desazón no los plasmé en el “CUADERNO DE RECLAMACIONES” como correspondía, eso por olvido. Pero me apersoné a la tienda donde solía comprar esos productos, solicité la presencia del Jefe de la Tienda a quien le expuse el problema, sugiriendo que ponga en conocimiento de su proveedor y que mi crítica era de tipo constructivo
La avena que consumo desde entonces es la que es importada, envasada en una especie de tarros de cartón, que tiene impresa la frase HOJUELAS DE AVENA con letras blancas de tamaños aproximados de un centímetro de altura, que contiene 1.19 kg y que lo expende la citada cadena de supermercados. (Datos de ayuda para eventuales compras seguras)
4.- Incumplimiento De Leyes y Disposiciones Adecuadas Acerca De Los Alimentos
Cuando se solía escribir con letras pequeñitas, en documentos y otros papeles en los que una de las partes estaba asumiendo compromisos, usualmente pecuniarios, ya fuesen personas jurídicas o naturales, eran casi siempre perjudiciales a una de las partes por tan mañoso modo de actuación, ya que la lectura de tales DETALLES IMPORTANTES escapaba, normalmente de la meticulosidad de la parte afectada.
Un parlamentario de uno de los Congresos pasados tuvo la brillante idea de lanzar un proyecto de ley QUE PROHIBÍA la escritura innoble, con letras chicas de alguna idea dañina a cualquiera de las partes, en cualquier documento, espacio, publicidad escrita, etc. Desde entonces SE SUPONE, porque muchas veces no se cumple con la ley, que todas las letras, en todos esos casos, deberían de ser del mismo tamaño. Es más, las frases prohibidas deberían de estar escritas con letras aún de mayor tamaño que las de las otras frases. Ello sucede en la publicidad de bebidas alcohólicas y en sus mismos envases, digamos botellas. Caso muy conocido por todos nosotros.
Pero, no siempre es así: Pongo el ejemplo que me sucedió en el mismo establecimiento comercial citado ya tres veces: Vi unos productos anunciando, por escrito: 50 % DE DESCUENTO. Tomé dos unidades, pagué y me fui. Al momento de verificar lo gastado de mis compras totales, ya en casa, descubrí que tal descuento no era lo que esperaba, sino mucho menor, la mitad.
Retorné al establecimiento y al lugar de exhibición del producto y a su invitante letrero para leer el aviso de marras: Precio 50 % del normal. Fue entonces que descubro, sorprendido, otra frase escrita debajo, con letras de bastante menor tamaño, donde pude leer, con cierta dificultad: “en la segunda unidad”
Les cuento todo esto no por desprestigiar establecimiento comercial alguno ni mucho menos para obtener ventajas, sino para alertarles de estas sutiles artimañas, no honestas, que suelen acontecer con casi inusitada frecuencia, lastimosamente, en muchos casos y ocasiones.
5.- ¿Son Razonables las Utilidades De Los Establecimientos Comerciales?
Les cuento otra experiencia propia. Esta vez se trata de mi extrañeza al entrever lucros, tal vez, excesivos de ciertos establecimientos comerciales.
Narro cuatro casos, tomados como ejemplos.
---El caso de las cervezas:
Era el caso de que por S/. 90.00 se podía podía comprar TRES “six pack” de una cierta cerveza, importada, que normalmente costaba S/. 40.00 cada una.
Si haces los cálculos pertinentes, en el caso de compra individual, estás pagando 33.33 % más, Es excelente comprar entonces tres unidades cada vez que exista esa posibilidad.
Mi sorpresa es que el establecimiento comercial está aún lucrando cuando lo vende con un precio mucho menor bajo la condición de que compres más. La pregunta inmediata, muy pertinente, es: ¿Cuál es la ganancia por cada tipo de producto de los supermercados?
Eso acontece casi en todo establecimiento comercial: Descuentos increíbles aduciendo cualquier motivo. Es para pensar, ¿No?. Por supuesto sabemos que para ofrecer tan tentadores descuentos previamente han subido los precios adecuadamente.
---El caso de las frutas:
Merece difundir también mi experiencia siguiente: Se trata de los precios de las frutas. Tomemos, como ejemplo, los duraznos o melocotones, El precio de 1 kg. en los supermercados es S/. 12.00 o más. En bodegas, dependiendo si están ubicadas en zonas donde viven familias de la clase social A y B, el precio es de unos dos soles menor que en los supermercados vecinos, en las zonas C, D, E, es S/. 6.00 a S/. 7.00. En el carretillero que vende diversas frutas, en las zonas D, E, es de S/. 4.00. Puntualizo el hecho de que la calidad es la misma en todos los sitios de ventas citados. Obviamente que todos ellos se abastecen del mismo lugar, normalmente del Mercado de Frutas. Todavía, tal vez, las cadenas de supermercados lo hacen directamente de los productores o de los primeros intermediarios, en cuyo caso los precios que negocian deberán de ser aún menores.
Yo y mi vasta familia ya no compramos frutas de los supermercados.
Otro ardid es el siguiente: Paga, por ejemplo, en 10 meses sin intereses: Gran falacia, comprobada por mí.
---El caso de los relojes:
Se me ocurrió preguntar por el precio de un reloj “de marca” en un establecimiento conocido que vende relojes, que queda en Jockey Plaza. La guapa vendedora me dijo $ XX y añadió: lo puede pagar sin intereses en diez meses.
A pesar de que no estaba realmente interesado en la compra, le sugerí que le pagaría al contado si se me concede algún descuento. El descuento era del orden del 6 %.
---El caso de los perfumes:
Otro caso aún más inusitado es el que me sucedió en un establecimiento donde venden perfumes. Necesitaba un perfume, no muy caro, tampoco de baja calidad. Le dije a la Srta, vendedora que lo quería para obsequiar a una amiga. Escogí lo conveniente y ella me propuso otro de precio algo mayor y me dijo que si compraba lo que ella me ofrecía, me obsequiaría un lápiz de labios de una buena calidad y me lo mostró. Obté por su sugerencia, pagué con mi tarjeta de crédito y me fui.
Cuando después revisé la boleta de venta el monto pagado era bastante mayor a lo convenido. El precio del lápiz de labios estaba incluso en la boleta, no fue pues un obsequio como incautamente supuse porque así me ofreció la falaz vendedora.
6.-Tengan Sumo Cuidado Cuando Paguen Con Tarjeta De Crédito
Lo que les voy a contar es otro caso sui géneris que me sucedió en un restaurante de primer orden, ubicado en San Isidro, específicamente en el conocido Jirón Dos de Mayo.
Invité a una amiga especial de antaño a cenar en el restaurante en mención.
Pedí el potaje que acostumbro comer allí, ella pidió lo suyo, el vino, y el postre. Nos atendieron bien, como siempre lo habían hecho ya que soy, mejor dicho, era antes de la pandemia, concurrente asiduo a ese buen restaurante. No estaba presente ninguno de los mozos que solían atenderme en mis previas visitas.
Después de una más o menos larga sobremesa de conversación, pedí la cuenta, pedí al mozo que incluyera la propina para pagar todo con tarjeta de crédito, el mozo me solicitó que la propina le diese en cash, así fue, me dio la boleta y nos fuimos.
Al revisar la boleta de venta posteriormente me sorprendí porque la cuenta era más de lo debido y entonces me percaté que el nombre del potaje que pedí no figuraba en ella sino el de otro, más caro, casi el doble del precio que correspondía.
Regresé el siguiente día y después de la disputa que en esos casos se enfrenta. El argumento supino del encargado del encargado del restaurante fue que yo realmente había consumido lo indicado en la boleta, y por tanto debería de pagarlo, eso es que soltó al diablo que llevo dentro y ya con toda energía, pero con la decencia debida, protesté, en alta voz, delante de su clientela que almorzaba. Fue entonces que el mozo, asustado, trajo rápidamente un papel en donde estaba escrita la lista de todo lo que realmente pedimos y en ella aparecía toda la verdad esgrimida por mí.
El mozo “se disculpó por su error al haberme cobrado por un potaje que no pedí”, me hicieron un vale para pagar parte de un eventual consumo futuro mío. Nunca devuelven dinero, eso es sabido. Tal vale aún lo conservo.
Obviamente ese hecho tiene que ser uno de los ardides, métodos subrepticios, para cobrar más de lo que corresponde, aprovechando que si el cliente va acompañado de una dama es muy probable que no se afane en detalles del pago y así no descubra el engaño. Raciocinio insólito, pero, a veces efectivo, lastimosamente.
7.- El Heladero Estafador
La pillería no es patrimonio solamente de una u otra clase social. Abunda y es popular, por su amplia gama de sectores del pueblo que la practica.
Lo que narro en seguida es la de un heladero zopenco que me sorprendió sobremanera. Érase un domingo del verano limeño, día en que después de un almuerzo de familia de por lo menos 12 componentes; entre hermanos, hijos, sobrinos, etc. escucho el dulce sonar del pito (o flauta) de un heladero de la carretilla naranja, convidando a saborear estos manjares fríos siempre tan sabrosos.
Apenas abrí la boca sugiriendo que detengan al susodicho músico de marras, la turba toda estaba en la calle llamando, a gritos, al heladero.
Todos y cada uno sacó del mágico cofre color naranja, el tipo de helado que apetecía, y nos dimos un gran festín, mientras yo cavilaba acerca del Rey Sol, Luis XIV (1868-1715), de Francia, que fue el monarca más absolutista de su historia y se caracterizó, además de su absolutismo, por su hostilidad con los países vecinos.(Además, la leyenda cuenta que él se bañó sólo dos veces en toda su vida, y eso, por prescripción médica)
¿Por qué ese pensamiento tan inusitado mío, en medio de la algarabía generalizada en la que mi familia toda estaba inmersa?
Es que la leyenda cuenta también de que fue en la Corte de ese Poderoso Rey - llamado El Rey Sol porque en sus dominios jamás se ponía el astro rey, por lo extenso de sus territorios diseminados en todo el mundo conocido de entonces - donde su predilecto chief (no se conoce su nombre) INVENTÓ UN EXTRAÑO MANJAR, FRÍO, ORIGINAL Y SABROSO al que le pusieron el nombre de GLACE, palabra que no significa precisamente frío (froid) sino simplemente helados, tal como sorbete en Brasil, mantecado en México, ice cream (crema de hielo) en los Estados Unidos, glass en Suecia, etc.
Al inventor, o descubridor, y a todos los de su corte y entorno, Don Luis les PROHIBIÓ, con el absolutismo que le caracterizaba, NO revelar jamás el secreto de preparación del susodicho manjar. Sin embargo, pronto, se difundió por toda Europa y luego por todo el mundo y llegó hasta el Perú, gracias a Dios.
Volvamos a nuestra tarde dominguera y veraniega: Cuando pedí la cuenta al hombre vestido de blanco (algo sucio) que usaba una gorra de color naranja (no tan sucia) vino la hecatombe (porque el monto era tal como para matar a 100 toros - como sucedía en la Roma antigua, par aplacar la ira de sus dioses - pero, esta vez de puro susto). Para entonces yo tenía una idea bastante clara de los precios de las diversas variedades de los helados de esa marca, por lo que me sorprendió el excesivo monto que se me cobraba, cuando le increpé, la respuesta del mañoso heladero fue tan simple como contundente: ¿Por qué pues no preguntó primero?
Caballero nomás: pagué, pero aprendí.
No me anima, absolutamente, interés subalterno alguno al denunciar públicamente los entuertos citados, sino que creo, estoy seguro de ello, de que alguien tiene que levantar la voz en beneficio de todos nosotros los consumidores peruanos. Deberíamos de defender, todos y siempre, la verdad, la honestidad y los derechos de las personas. Yo lo hago porque ya me considero un comunicador social al haber lanzado a la nube más de 65 artículos de contenido variopinto, en mi BLOG titulado “EL CAMINO DE LA VIDA…Y ALGO MÁS”, artículos remitidos en doce entregas, incluida la presente, en un lapso de doce meses. Mi blog está destinado a cerca de 250 personas, que viven en diversos países del Orbe y que es reenviado por ellas a otros tantos contactos suyos.
Por otro lado, no hay que olvidar que en un país democrático, como es el nuestro, existe el libre mercado, lo que permite, por ejemplo, que si a alguien se le ocurre vender piedras comunes, puede hacerlo si es que hay quien se las compre. Eso, y más, se llama LIBERTAD.
8.- ¿Será Que El Gritar Sirva Para Algo?
Esta es una anécdota ocurrida hace unos 35 años, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Aprendí mucho de él y me sirvió para amarme mucho más que previamente.
El par de acontecimientos que les voy a narrar lo hago con la fidelidad que acostumbro contar ya sea lo bueno, lo malo y lo feo que enfrenté en el recorrido de la larga senda de vida, que espero, ya pronto culmine.
Lastimosamente digo, a la usanza de los escritores hasta mediados del Siglo XX, que el tintero retiene aún mucha información que pugna por salir a la luz y, tal vez, se queden prisioneros allí para siempre. Este es el drama de muchos escritores conocidos a quienes apenas pretendo, con toda modestia, imitar.
La anécdota prometida se desarrolló en el comedor de los trabajadores de la empresa para la que prestaba mis servicios profesionales (1966-1997) COMPAÑÍA AGA del PERÚ S. A.
Debido a que mi oficina estaba en mantenimiento, me trasladé temporalmente al amplio local destinado para ser el comedor citado.
Ese local servía, además, como lugar de trabajo a una persona, ya entrado en años, soltero, moreno claro, fumador empedernido, que era el jefe de compras, título que le quedaba ancho, porque no era jefe de nadie, y solo él desempeñaba todas las labores de compras tanto de productos importados como de los producidos domésticamente.
Este señor de comportamiento, a veces, poco ortodoxo, había trabajado para la empresa minera norteamericana Southern Peru Copper Corporation, que explotaba cobre al Sur del País, donde nuestro personaje había aprendido a leer y escribir, no sé si a hablar y entender, el inglés. Él se sentía muy orgulloso de ese detalle importante, por cierto, para su trabajo de compras de productos desde países de habla inglesa.
Como ya mencioné su algo extraña manera de ser, ello se manifestó en dos ocasiones cuando fui testigo de los dos acontecimientos del presente escrito.
El primero fue cuando un vendedor se le aproximó y se sentó frente a él (esos actos de los vendedores eran usualmente para indagar la fecha de llegada de algún producto agotado en el stock). El diálogo que sostenían, normal al inicio, fue convirtiéndose en un monólogo del señor de compras, no sólo eso, sino que cada vez en voz más alta. O sea, como suele decirse coloquialmente el vendedor estaba siendo maltratado soberanamente. La escena finalizó cuando el comprador decidió pararlo. Luego el vendedor salió del local sin pena ni gloria.
Por extraña coincidencia fui testigo de una escena casi igual (enfatizo el casi por su importancia en este contexto) al acaecido pocos días antes. Otro vendedor se sentó en la silla de costumbre, empezó el diálogo y luego la levantada de la intensidad de voz de señor de compras…Pero aquí viene la DIFERENCIA: El señor vendedor (un gran señor) se levantó y se fue dejando al abusivo con la palabra en la boca.
Allí me di cuenta de que existen dos tipos de personas: Las que se dejan gritar y las que no.
Sobre lo dicho comencé a cavilar: Muy posiblemente que, en el caso del primer vendedor, durante su niñez fue objeto de requintadas posiblemente propinadas por su padre. Estaba acostumbrado a ser tratado así, por lo que no reaccionaba para defender su ego. Otra posibilidad es que no tenía el coraje para enfrentar tempestades que, a veces, azotan el alma.
El segundo caso, obviamente fue el antípoda para mi suposición del padre gritón, pero sí muy favorable para demostrar la importancia del SER, hamletiano.
9.- Un Maestro De Escuela ¡Puede Llegar A Ser Un Gran Presidente!
En el recientemente publicado libro: “VÍCTOR RAÚL Docencia y Decencia”, escrito por Roque Benavides y Mochero Vásquez, aparece una nota por demás sugerente y útil para el momento actual en el que vive la sociedad peruana. Por ello, y su importancia, la reproduzco a continuación:
Cossío Pomar escribe que Haya de la Torre, siendo muy joven aún, le dijo a su padre: “Bien, papá. Yo creo que la gran obra del Perú es la instrucción. Tú ves a los arrieros de la Sierra, algunos rubios y blancos como los de Cajabamba. Son iguales en raza a nosotros. Otra cosa sería si supieran leer y escribir. Los cholos y otros también, ya ves al doctor Rivadeneira, negro y vicerrector de la Universidad, y ya vea al doctor Amat, indio y mochero, graduado de abogado. Lo que hace falta es dar instrucción a todos, sin fijarse en razas. Eso lo dice Gonzales Prada en su libro “Páginas Libres”.
Su padre se sonrió y luego le dijo: “Si te interesan los hombres que abogaron por la instrucción popular, lee a Sarmiento […] que de maestro de escuela llegó a ser presidente de la República (Argentina) con la bandera de la educación del soberano”
[Nota: Domingo Faustino Sarmiento (1811 – 1888), argentino, fue una figura polifacética, demostró destreza y talento en cada una de las actividades que desarrolló. Fue político, filósofo, pedagogo, escritor, DOCENTE, periodista, estadista y militar) (Tomado de Internet)]
10.- “La Educación Integral Conlleva La Libertad…”
De la contracarátula del libro citado en el artículo precedente, libro que trata sobre aspectos importantes, e interesantes, de la vida de DON VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE, copio lo que sigue:
“Para que un hombre sea conscientemente libre, dueño y responsable de su voluntad, necesita ser culto. La educación integral conlleva la libertad […] ¿Cómo se forma esa conciencia? El vocablo lo indica, se responde con-ciencia. […] La pobreza económica no es la única inferioridad del hombre. La pobreza intelectual, la indigencia de conocimientos, la orfandad de la cultura comporta la más irredimible de las esclavitudes. El dinero se puede ganar o perder, pero la riqueza intelectual que da la ilustración, la ciencia, la cultura no se pierde sino con la muerte. […] Hay que dar a los trabajadores el arma del pensamiento”.
Víctor Raúl Haya De La Torre
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